viernes, 30 de octubre de 2009

Quiero que sepas


Te conozco hace diecinueve años, no sabes lo especial que eres para mí, a pesar de nuestra diferencia de edad siempre me tomas en cuenta para todo, quizás sea a ti a quien quiera más por estar a mi lado cuando siempre te he necesitado...




Me duele tanto saber que piensas que tu vida no tiene sentido, que a veces hubieras preferido no nacer para no sentir todo lo que pasa a tu alrededor, que has cometido mil errores de los cuales, ahora, estás sumamente arrepentida, no dejas de decir que quisieras retroceder el tiempo y cambiar muchas cosas de tu vida, la mayoría para ser más exactos, quisieras borrar el pasado con un chasqueo de dedos, pero te digo algo, aunque suene muy común, las cosas pasan por algo y si no estuvieras aquí, conmigo, ¿qué sería de mí?


Quizás nunca te haya dicho lo que pienso de ti, a veces temo que no me creas, que pienses que solo te lo digo para hacerte sentir bien, pero no es así. Te considero la persona más especial de este mundo, suelo pensar q la partida de nuestro ser más amado fue la unión de las dos, ahora tú y yo somos uno y no ha día que no dejemos de ser el "dúo dinámico" de la familia.


No sabes la tristeza que me da verte tan triste, deprimida, si tan solo pudiera hacer algo para quitarte esa carita de pena y pueda realmente sonreír tu alma como lo hace tu rostro, es que la verdad somos así, reímos por fuera, lloramos por dentro, odiamos que la gente pregunte porque estamos mal, por eso nos camuflamos en un mar de risas y carcajadas, pero tú no me puedes engañar, te conozco como la palma de mi mano, es ahí donde siempre estoy contigo escuchándote, no podré decirte algo que realmente quisieras escuchar, pero te presto atención y sé que eso lo valoras.


Ahora, solo me queda tenerte a mi lado, permanecer junto a ti y cumplir la promesa que te he hecho mil veces: "ver por ti en las buenas y en las malas".


Nunca te dejaré sola, por más que discutamos tanto nuestro amor nos une infinitamente y no sabes cuanto agradezco de que exista una persona como tú que vele y se preocupe por mí.


Al largo de todo este tiempo solo puedo decir que te amo demasiado y que tú vales más que un millón de estrellas del firmamento.


domingo, 25 de octubre de 2009

Tú por mí


Jamás olvidaré aquel color amarillo que el cielo tenía, hacía frío, pero el sol quería salir a como de lugar, era una mañana que tornaba felicidad. Como olvidar aquel día, a dos bimestres ya avanzados cuando tú llegaste y empezamos a conversar, han pasado ocho años y no imaginé quererte tanto...


La primaria es una etapa escolar donde las personalidades se van formando, nuestro carácter, nuestro círculo de amistades van cambiando por algunos gustos en común que llegamos a tener con otros compañeros, pero nuestro caso fue distinto, es como si ya todo hubiera estado escrito, llegaste, conversamos y hasta el día de hoy no paramos.


De pequeña te veía muy aniñada, tú estabas metida en el mundo del fanatismo por cual grupito que salía de moda, ¿lo recuerdas?, desde Salserin, pegando tus stickers en las carpetas hasta en tu frente o como Rebelde Way, buscando amigas fanáticas igual que tú para perseguirlos por todos lados. Yo nunca tuve ese afán, jamás te acompañé a perseguirlos y lamento no haberlo hecho y no haber compartido tus locuras a esa edad.


Infinidad de cosas hemos pasado juntas, hemos peleado a horrores porque siempre una de las dos quiere tener la razón, me has maltratado en plena vía pública y yo gritándote en las calles para que no tomaras tu micro, me has dicho tacaña por no invitarte el desayuno y preferir comprarme cigarros y yo te he dicho: ESTÚPIDA, por hacer cosas que no deberías hacer, pero ¿te has dado cuenta que aquellas cosas han hecho madurar nuestra amistad?


Ahora, en este momento, ninguna de las dos puede vivir sin saber una de la otra, te pedí que te mudaras a mi casa, un poco obsesivo a decir verdad, pero es que siento que nuestra amistad rompió toda clase de barreras, que va más allá de un sentimiento de amigas, lo nuestro se llama: HERMANDAD.


Es ahora que puedo decir que los amigos se cuentan con los dedos de la mano y eso, me sobran, porque te tengo a ti para ser feliz, para poder contárte todo, para poder llorar en tu hombro, para que te alegres de mis logros y me escuches en mis fracasos.


Muchas veces te hago sentir mal, te digo cosas que jamás hubieras querido escuchar y te pido disculpas, pero, tú sabes muy bien que lo que pienso lo digo y por más que te duela: LA VERDAD ES DURA, y si no te las digo yo dime ¿quién?


Yo solo quiero lo mejor para ti, quiero que por una vez en tu vida me digas que estas bien, que tus problemas se los llevó el viento, que olvidaste a ese ser que tanto daño te está causando, quisiera escucharte decir eso ya que tu alegría es la mía, tus penas son las mías, tus aventuras también.


Daría lo que fuera por volver a verte a ver como hace ocho años, en aquel año donde tú y yo solo pensábamos en jugar y soñar, ¿acaso no podemos volver a soñar?, yo creo que sí, ¿acaso no podemos volver a jugar y reírnos de la vida?, también sé que sí, todo depende de ti, coge mi mano y soñemos, demos una sonrisa y dejémos atrás los problemas.


Sonreír es la palabra que te brindo, ¿la tomas?, ¿la dejas?, tómala que yo estaré ahí contigo y si caémos yo te ayudaré a ponerte de pie porque para eso he nacido, para verte feliz y para ayudarte en todo lo que quieras, para apoyarte y escucharte, porque he nacido para que tu vida sea feliz.


Aquella mañana donde casi el sol no salía llegaste tú y mi vida desde ese momento se iluminó, no tuvo que salir aquel enorme astro que nos da calor para que mi vida se iluminara por completo, te quiero.


miércoles, 21 de octubre de 2009

¡Entiéndeme!


Eres muy pequeña aún para entender a los mayores, no llores más que cada lágrima que derramas me parte el alma, no llores así, trata de entender que muchas veces lo hacen por tu bien, no debes llorar, se una niña feliz...


Un pequeño ser humano nació no hace más de catorce años, llegaste sin previo aviso a este mundo, quizás Dios nos lo regaló para cubrir un vacío, un dolor. Fue como que nos quito algo a cambio de ti y le doy las gracias, no por haberme quitado lo más adorado para mí, sino, por haberme regalado a la niña de los ojos pequeños con tremenda personalidad.


Al principio de toda esta historia, de tu vida, me sentía celosa, pensé que llegaste a quitarme el amor de mi familia, de mis hermanos, de mi madre, quitaste toda mi atención, pero me di cuenta que yo también estaba perdida en ti, que solo podía vivir para ti y por ti, porque ese pequeño sentimiento de rencor se convirtió en amor, en aquel amor que existe entre hermanos, eres mi hermanita y lo sabes muy bien.


Cuando tú me necesitas yo siempre estoy ahí, a veces me cierras la puerta y me dices palabras que hubiera preferido no oírlas, pero te entiendo, yo también pase por esa etapa, te comprendo, porque soy la más cercana a tu edad, te quiero, porque me demostraste en tus pocos detalles lo mucho que me amas, te extraño, porque solo apareces cuando tienes tiempo.


Ahora me doy cuenta de las tantas veces que pude haber hecho sentir mal a alguien de mi familia, a algún amigo, a alguien cercano a mí, pero te veo y empiezo a entender las cosas, entiendo que es típico en la edad, típico en la adolescencia.


Yo marqué un camino, del cual estoy muy orgullosa y feliz, he cometido mil errores, lo sé, pero ¿sabes que es lo que te hace sentir bien después de haberlos cometido? RECONOCERLOS, si le hiciste daño a alguien, pedir disculpas, te hará sentir mejor y sabrás que cometer el mismo error no es de humanos.



¡Vamos! demos una vuelta, conversemos, quiero tratar de ayudarte y poner en orden esas pequeñas ideas que llevas dentro de ti, que quizás, muchas veces te ofuzcan. ¡Dame la mano!, te ayudaré a cruzar la pista, te protejeré y no la soltaré hasta que te sientas preparada, te lo prometo, prometo cumplir cada palabra escrita.


Princesa, nunca preguntes: ¿Porqué no me entienden?, no lo hagas, porque todos te entendémos, todos te queremos y a veces cuando no tienes la edad suficiente y te cierras en tus ideas piensas cosas que no son.


Déjame mostrarte el camino, déjame llevarte a aclarar tus ideas y a que esas lágrimas dejen de caer, no llores más princesa. Sé que para ti estos pequeños problemas te hacen sentir triste, pero te digo un secreto, no eres la única que lo ha hecho, también, aunque no lo creas, cuando tenía menos edad que tú, lo hice.


Buscando a azul


Era de noche, el viento soplaba como nunca antes lo había hecho, podía escucharlo, sí, lo escuchaba, me miraste con esos inmensos ojos azules, esos ojos que con el pasar del tiempo cambian de color, pero esa noche, esa noche eran azules.


Caminábamos por las calles oscuras de la ciudad de Lima, conversábamos de muchas cosas, ¿las olvidaste?, creo que no. Preguntaste a qué hora podía llegar a casa, dije a cualquier hora, era mentira, primera mentira de aquella noche, tenía permiso hasta cierta hora, pero no quería moverme de ahí, de tu lado.


Tú querías hacer algo divertido, yo solo quería pasar más tiempo contigo, buscamos "diversión", pero qué diversión íbamos a encontrar un domingo por la noche y justo en aquel lugar, más me divertía poder escucharte, mirarte a los ojos, esos ojos que al mirarme fijamente me pierden en tu mirada, es como navegar en un mar profundo, tus ojos llegan a reflejar el cielo divino donde se encuentra Dios.


A veces nos llegaba el silencio, mi cabeza daba vueltas, venían miles de ideas, miles de preguntas, miles de ¿porqué?, tú, callado, solo caminando de frente, sin mirarme, no decías nada, ¿qué habrás estado pensando?, yo no dije nada, solo caminé y trataba de cerrar los ojos para inmortalizar aquel momento, quizás sueño despierta, quizás solo queda en sueños.


No me gusta que calles, te siento como ausente, como si estuviera sola varada en algún lugar del planeta sin protección. "¡Háblame!" te decía, pero tú solo respondías: "¿Qué te puedo decir?", me molesta mucho que hagas eso, ¿lo sabías?


Tus ojos mágicos que me llevan al infinito miraron hacia el cielo, caminabas despacio porque obviamente temías caerte, te vi tan concentrado que empecé a hacer lo mismo, era una sensación extraña, caminar los dos mirando hacia arriba a paso lento, no entendí el porqué lo hacíamos y te lo dije, a lo que tú respondiste: ¿Buscamos una estrella?


Yo te sonreí, me gustó la idea aunque sonara ilógica, esa noche, no habían estrellas, ni luna, ni un solo astro, pero respondí: ¡Te ayudaré a buscar!


Seguíamos caminando, seguíamos mirando hacia el cielo y es ahí donde te dije: "¡La encontré!". Empezaste a decirme: "¿Dónde, dónde?", yo te dije: "¡Ahí, justo ahí!"apuntando con mi dedo exactamente el lugar, era pequeña, pero era una estrella, esa estrella que tú y yo nos pusimos a buscar como locos por más de media hora, te pusiste muy feliz, como si te hubiera dado el regalo más hermoso del mundo, te encantó y eso me alegró, te acercaste, me pusiste frente a ti y me regalaste un beso en la frente, yo te abracé y te dije al oído: "Será nuestra estrella y se llamará azul".


Reíste y por supuesto preguntaste porqué ese nombre y lo único que pude decirte fue: "¡Es así, azul, un color que representa muchas cosas para mí, cosas importantes, personas importantes, personas como tú, como tus ojos, azul!"


Era de noche, el viento soplaba como nunca antes lo había hecho, podía escucharlo, sí, lo escuchaba, me miraste con esos inmensos ojos azules, esos ojos que con el pasar del tiempo cambian de color, pero esa noche, esa noche eran azules.